2.4.10

Anosognosia

Siempre te asaltan las carreras de la afectividad, los corredores del ansia que llevan y vienen a ninguna parte. Eso que quieres, eso que ya no tienes, eso que se fue y no sabes cómo ni cuándo. Esas frases y caminos del deseo que repites e insistes casi como una fórmula construida y sostenida por los desvíos frecuentes del sentido común. Siempre hay algo que va y que viene, y siempre eso que se fue se añora más o menos y eso que viene se desea más o menos. Caminas sobre ruedas aplastando sentidos auténticos sin inventar nada.
Tu humanidad se extiende hacia límites insondables... La llama persiste, ¿es tu fuego interior o son tus fueros que arden de dolor? No es difícil reconocer que el sufrimiento llega a ser más original cuando te acostumbras a él, hace que seas más conciente de tu júbilo, de tus faltas a las aulas de la alegría. El dolor está pero no lo sientes, ¿te has olvidado? La felicidad estuvo por aquí, ¿la recuerdas? ¿O sólo olvidamos lo que padecemos? Preguntas que fueron respuestas. Personas que fueron parte de lo que eres, retratos introyectados, hechos carne... todo está repleto de fantasmas.
¿Cómo saber que le temes a lo que le temes? ¿O que toda tu vida es toda tu vida? Nadie se alimentará por ti, debes llevarte cosas a la boca, devorar imágenes, encuadrar recuerdos y mirarte al espejo todas las mañanas sin saber cuál de los dos que se enfrentan ha inventado a quien. Llegar al fin de tu deseo para reconocer tu falta, tu nuevo problema, la esencia de las evoluciones que estás limitado a realizar por lo que no vivas o no elijas... más vale que empieces a elegirte, por más conciencia que sientas tener de haber estado siempre centrado en tu ser.
Tu humanidad se extiende hacia límites insondables... no eres el paraíso, pero tampoco eres sólo un hombre. Lo que eres, lo que no eres, lo que estás por ser y no ser, todas las variables anclan en el mundo, se deben y se debitan así como el haber del ser siempre avanza sobre él. Mundos entre mundos que desaparecen y nacen en un proceso de flujo y reflujo: la secreta memoria del universo. La conciencia de la conciencia: tú y el mundo fundidos en un eterno abrazo y enemistados hasta la muerte. Supraconciencia. Contradicciones de una sensación de realidad contradicha.
¿Te preocupas realmente por esto? A veces te encuentras eliminando posibilidades, caminos y personas que podrían haber sido tu mundo, tu entera vida; pasarán sin noticia, desapercibidos. Miles de potencialidades nos rodean como en un campo minado. ¿Puede que alguien elimine por ti? Seguro, puede que te quiten mucho. ¿Puede que elimines sin notar la ausencia? Seguro, puede que te quites mucho; puede que pierdas sólo por el accidente de perder, aunque vivas para ganar. ¿Puede que debas eliminar? Sí, ya hablamos del dolor, no me duelas.
La muerte es una secreta mentira que compartimos y hacemos, por la palabra, realidad. Nunca la desestimes ni la estimes... ella conoce su propio trabajo: la impersonalidad, lo impropio de lo impropio. Eso que quieres, eso que no quieres... el colapso del sentido común y sus miserias, la pérdida de la conciencia, el provecho de los fantasmas que merodean hambrientos por ser descubiertos, por volver a vivir esas escenas nunca vividas, por volver a apropiarse de esos teatros vacíos, eternamente inanicientes. Pero, como dicen, esto no es un ensayo general, esto es la vida, la obra, la representación, el ahora... rayos chispeantes en tus ojos...

(2006)

 Etimolog

1 comentario:

Trev Madsen dijo...

A-noso-gnosia. Sin-conocimiento-del dolor? Aha. El dolor es un fantasma...